INTRODUCCIÓN
Los cambios radicales de la medicina en las últimas décadas han traído consigo cambios sustantivos en las especialidades. Los avances tecnológicos y científicos permiten actualmente llevar a cabo intervenciones y procedimientos que antes no se resolvían por medio de la cirugía o se declaraban fuera del alcance terapéutico.
La evaluación preoperatoria ha cobrado relevancia en la última década, principalmente debido a los siguientes hechos:
- El aumento de pacientes añosos
- El aumento de la cirugía ambulatoria
- El desarrollo de tecnología, que permite realizar procedimientos diagnósticos y
Terapéuticos fuera de pabellón, que requieren sedación o anestesia
- Cirugías muy complejas y de larga duración, en pacientes comprometidos
- La necesidad de contención de costos
Los cirujanos de otorrinolaringología (ORL) realizan cientos de procedimientos más comunes como la extirpación de las amígdalas y adenoides, la reparación de perforaciones en el tímpano (membrana timpánica), cirugía funcional de la nariz, la cirugía de senos paranasales. También realizan cirugías de alta complejidad, como la cirugía endoscópica para extirpar tumores de los senos paranasales, el micro laringoscopia en los tumores de laringe, la microcirugía de neuroma acústico. La mastoidectomia para extirpación de tumores en el oído.
Los especialistas en ORL ofrecen una gama completa de evaluaciones diagnósticas, tratamientos médicos y servicios y procedimientos quirúrgicos.
Pero hay un factor común para todos estos procedimientos, como los exámenes de laboratorio, imagenologia, cardiovascular y anestesiólogo
Exámenes de laboratorio
Todo paciente que va realizarse una cirugía de ORL, se debe hacer un examen de la sangre
Metodología de la prueba
Tras pinchar una vena, generalmente en el brazo (en la flexura del codo), se recoge sangre en unos tubos contenedores para evaluar los resultados de los diferentes grupos de parámetros que se pueden solicitar. Existen tubos para hematología, bioquímica, coagulación, VSG (velocidad de sedimentación globular) y para diferentes medios de cultivos. Los tubos contienen un producto anticoagulante para evitar que la sangre se coagule durante su transporte al laboratorio de análisis. Y suelen extraerse unos 10 mililitros de sangre venosa para cada uno de los tubos.
El paciente no necesita especial preparación. El análisis de sangre generalmente se realiza tras ayuno de al menos seis horas, puesto que la ingesta de alimentos altera numerosos parámetros bioquímicos como la glucosa, los triglicéridos, etc. Aparte de la punción venosa, que algunos pacientes consideran insoportable, otros dolorosa y la mayoría, como máximo molesta, en ocasiones se desarrolla un hematoma en el lugar de la punción.
Con la técnica de la compresión del lugar de la punción durante un minuto aproximadamente, la probabilidad de aparición de uno de estos hematomas es mínima. La posibilidad de error en la identificación de la muestra sanguínea es en la actualidad prácticamente inexistente, gracias al etiquetado de los tubos con códigos de barras.
Solicitud de diferentes parámetros
Entre los parámetros más habitualmente solicitados dentro del análisis de sangre se encuentran el hemograma, la bioquímica sanguínea, las pruebas de coagulación, las concentraciones de distintos iones minerales, las determinaciones hormonales y la determinación de la presencia de antígenos de microorganismos de enfermedades infecciosas y los anticuerpos producidos por el organismo frente a esos antígenos.
Asimismo, se pueden realizar determinaciones específicas para estudiar diferentes tipos de enfermedades o lesiones de distintos órganos, como por ejemplo:
– Hemograma. Incluye la determinación de los parámetros de la serie roja o hematíes (glóbulos rojos), de las plaquetas, y de la fórmula leucocitaria o porcentaje de cada tipo de glóbulo blanco de la sangre.
– Pruebas hepáticas. Incluye la determinación de las transaminasas GOT y GPT, FA (fosfatasas alcalinas), GGT (gamma glutamiltranspeptidasa), bilirrubina y en caso de sospecha de hepatitis, determinación de antígenos víricos y anticuerpos frente a estos antígenos.
– Función renal. Incluye la determinación de urea, creatinina, sodio, potasio, colesterol, triglicéridos, calcio, fosfatos y aclaramiento de creatinina.
– Estudio de diabetes. Incluye la determinación de glucemia, HbA1c (hemoglobina glicosilada), colesterol total, HDL-c (colesterol “bueno”), LDL-c (colesterol “malo”), triglicéridos y creatinina.
– Estudio de hipertensión. Incluye la determinación de glucemia, creatinina, colesterol total, HDL-c, LDL-c, sodio, potasio, ácido úrico.
– Estudio de dislipemia. Incluye la determinación del colesterol total, HDL-c, LDL-c, triglicéridos, VLDL y lípidos totales.
– Estudio de osteoporosis. Incluye la determinación del hemograma, la función hepática y renal, calcio y fósforo.
– Estudio de anemia. Incluye un hemograma completo, hierro, ferritina, reticulocitos, ácido fólico, vitamina B12, bilirrubina total, haptoglobina, prueba de Coombs directa.
– Estudio de tiroides. Incluye la determinación de TSH, T4 libre, T3, anticuerpos antitiroglobulina y antiTPO.
– Estudio de la coagulación. Incluye determinación del número de plaquetas, TTP (tiempo de tromplastina parcial activada) y tiempo de Quick.
– Estudio artritis en adulot e inmunológico que Incluye la determinación de la VSG (velocidad de sedimentación globular), ASTO(es la prueba de detección de anticuerpo IMG e IGA frente al antígeno llamado streptolisina O producido por un coco gran positivo llamado estreptococos Piógeno), la PCR (proteína C reactiva), FR (factor reumatoide), VDRL y del SIDA.
ESTUDIO DE IMAGENOLOGIA
La imagenología diagnóstica es un elemento esencial en la valoración de muchos trastornos otorrinolaringológicos. La tomografía computarizada (CT), la Radiografía de tórax y la imagen por resonancia magnética (MRI).
Radiografía de tórax
De acuerdo con la afección cardiaca, se deben solicitar las proyecciones posteroanterior, oblicua derecha y oblicua izquierda, aunque no existen ensayos controlados sobre la eficacia de la radiografía de tórax sistemática. Es necesario reconocer el estado de aireación pulmonar y determinar alteraciones pulmonares en ambos diafragmas. Es necesario relacionar las imágenes con los signos y síntomas referidos por el paciente.
- En todo sujeto programado para una intervención cardiaca debe solicitarse una telerradiografía de tórax preoperatoria.
TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA
Para evaluar la patología de otorrinolaringología, se solicita muy frecuentemente el estudio de tomografía computarizada de los senos paranasales, TC de oido medio y mastoides
IMAGEN POR RESONANCIA MAGNÉTICA
La solicitamo para evaluar las partes blandas de los órganos de oído, nariz, cuello y orofaringe.
Estudio cardiovascular preoperatorio
El objetivo de la evaluación preoperatoria cardiovascular es la utilización sistemática de mecanismos de vigilancia y control con él con el fin de reducir riesgos y optimizar el resultado quirúrgico. Es importante conocer desde los detalles más obvios del padecimiento actual hasta los factores que pueden parecer insignificantes, como los fármacos “naturistas” que toma el paciente, toda vez que estos detalles “menores” pueden establecer la diferencia en el resultado final.
Electrocardiograma
Es una prueba imprescindible para el diagnóstico del ritmo basal, además del diagnóstico de arritmias, isquemia y trastornos de la repolarización que afectan el pronóstico.
• En todo paciente programado para una operación de otorrinolaringología se solicita un electrocardiograma preoperatorio de 12 derivaciones en reposo
Evaluación pre-anestésica

Los avances tecnológicos de la medicina en las últimas décadas han permitido llevar a efecto intervenciones en pacientes que antes estaban fuera del alcance quirúrgico. La evaluación pre anestésico es responsabilidad del anestesiólogo y considera información de múltiples fuentes: historia clínica, entrevista, registros, examen físico y exámenes.
Permite conocer los antecedentes del paciente, identificar factores de riesgo modificables y desarrollar un plan anestésico en relación a los hallazgos para disminuir la morbimortalidad peri- operatoria; educar, mejorar la satisfacción y reducir la ansiedad del paciente; evitar retrasos o suspensiones innecesarias; coordinar interconsultas si el paciente lo requiere; y realizar un proceso de consentimiento informado con la firma del mismo.